Jauja, en el imaginario medieval, fue ese territorio mítico donde la abundancia era eterna, el trabajo innecesario y los deseos más básicos se cumplían sin esfuerzo. Un lugar soñado por el campesinado y artesanado que, entre penurias, imaginaban un paraíso grotesco y festivo, donde la comida colgaba de los árboles y los ríos manaban vino. Este mito, mezcla de sátira y esperanza, funcionaba como válvula de escape frente a una realidad de escasez. Nuestra recreación se sitúa en esa línea ambigua: invocar el exceso para revelar la falta, construir un paraíso absurdo que evidencia su condición de artificio. La ironía se hace presente porque, al intentar encarnar lo imposible, surge el simulacro: lo que parecía promesa se revela impostura, máscara de un deseo inalcanzable. Esta Jauja contemporánea se convierte así en espejo deformado de nuestras ansias de abundancia, consumo y disfrute, celebrando con humor lo que nunca dejará de ser, en el fondo, un mito.
Esta exposición ha sido concebida colectivamente por las artistas participantes, asumiendo la creación como un proceso compartido. El juego, la complicidad y la risa acompañaron el proceso, recordándonos que la creación colectiva también es una fiesta.
Artistas Participantes:
Idaira del Castillo
Nayra Glez
Mayte Henriquez
Pura Márquez
Andrea Moreno
Eider Oliva
La exposición rinde homenaje a Fernando Estévez, antropólogo canario cuya mirada crítica y lúcida iluminó las relaciones entre cultura, mito y sociedad. Su pensamiento sigue siendo inspiración para repensar lo común desde la ironía y la imaginación.
La inauguración se desarrollará en La Plaza del Tanque y nos acompañará el cuarteto de cuerda del Conservatorio Superior de Música de Canarias.
Jauja no se concibe sin música.